14 jul 2015

Isabel de Castilla "la Católica" (Parte 6)

El destino de sus descendientes
Los hijos de Isabel fueron preparados para reinar. Isabel fue una madre amorosa que se ocupaba de la educación de sus hijos. Se sabe que a Juan lo llamaba "ángel". A Juana la llamaba "suegra", por su gran parecido con la madre de Fernando y a las infantas María y Catalina las llamaba "mis pequeñas".


Isabel de Aragón, la primogénita 
Su hija mayor, Isabel, estuvo casada en 1490 con el infante de Portugal, Alfonso. La joven Isabel era cinco años mayor que el heredero portugués, pero a pesar de la diferencia de edad, se enamoraron. Hasta aquí, todo indicaba que sería una feliz unión como la de Isabel y Fernando. Desgraciadamente, en julio de 1491, muere el infante Alfonso, dejando desconsolada y viuda a la joven Isabel.  


Juan de Aragón, el príncipe de Asturias
Cuando Isabel vuelve a Castilla como princesa viuda de Portugal, corta su cabello y pasa su tiempo en continua oración. Solicita permiso a sus padres para convertirse en monja, pero los reyes se lo niegan. En 1496 se casa con el rey Manuel de Portugal. 
En 1497, Juan de Aragón se casa con Margarita de Austria. Pero pocos meses después de la boda, muere en octubre. Deja embarazada a un niño que, si vive lo suficiente, solucionara la cuestión de la sucesión. Pero Margarita da a luz una niña muerta.
Muerto Juan sin descendencia, la heredera es, nuevamente, Isabel de Aragón, quien ahora es reina consorte de Portugal y espera un hijo de Manuel. El 7 de abril de 1498 es nombrada princesa de Asturias. La familia se instala en Zaragoza, con el fin de que las Cortes aragonesas acepten a Isabel como sucesora. La princesa de Asturias tiene siete meses de embarazo, un hijo que puede heredar Castilla, Aragón y Portugal. El 23 de agosto de 1498, la reina de Portugal da a luz un niño, Miguel de la Paz, pero muere rato después del parto. Este fue un doloroso golpe para Isabel, pues no hace mucho que perdió a su hijo Juan.
Y, un año después, muere Miguel de la Paz. Estas tres golpes se asestan como puñales en el corazón de Isabel. Como madre, pierde a dos hijos y a un nieto. Como reina, tendrá que nombrar sucesora a su hija, Juana la Loca.


Juana, reina de Castilla
El dolor de la reina no acaba con la muerte de su nieto Miguel. Su hija, Juana, resulta una mujer inestable como la madre de Isabel, Isabel de Portugal. La locura de Juana provoca enormes disgustos a la reina. En Medina del Campo, Juana desafió a su madre. Además, si Juana llega a ser reina, su heredero será un Austria. 


María de Aragón, reina de Portugal

A finales de marzo de 1502, Catalina y su joven esposo enfermaron gravemente. Arturo Tudor no tuvo mucha suerte, pues el 2 de abril falleció, dejando viuda a la infanta castellana. El destino de la hija menor de Isabel quedo a la deriva. Vivió unos tristes años en Inglaterra, ignorada por su suegro. Catalina llego a informar que carecía de dinero para comprar alimentos para sí misma y su casa. El suegro de Catalina se negó a mantener a su nuera, confiando en que la infanta viviría del dinero español. La reina Isabel no vivió mucho tiempo para enterarse de las carencias de su hija menor y hasta muchos años después de su muerte Catalina sufrió el repudio de su segundo esposo.

Catalina de Aragón, reina de Inglaterra
Con todos estos sucesos, Isabel cayó en una profunda depresión que hizo que vistiera de luto. 

Testamento y sucesión


El 12 de octubre de 1504, la reina Isabel dicta su testamento. Muertos sus dos hijos mayores y malogrados los hijos de ambos, declara heredera legítima a su hija, la princesa Juana, archiduquesa de Austria y duquesa de Borgoña. Estipuló que si su hija estaba ausente o no pudiera gobernar sus reinos, el rey Fernando gobernaría Castilla en su nombre hasta que Carlos, el hijo de Juana, cumpliera veinte años. Después de los hijos de Juana, estaba María y por último Catalina. Pero Juana viviría muchos años, al igual que la mayoría de sus hijos. 
La reina dictó su testamento en privado, redactado por Gaspar de Gricio. La muerte de la reina era inevitable. Días antes, la reina comento que los conventos dejasen de pedir por su salud para suplicar por la salvación de su alma. En su testamento, Isabel nombra heredera a Juana, pero reconoce los honores de su ambicioso yerno, Felipe, los cuales debían corresponder solamente a los de un consorte. Todos los cargos importantes debían pertenecer a los naturales del país. Isabel buscaba prevenir la intrusión extranjera en sus reinos. Además, la reina dictaba en su testamento que los nativos del Nuevo Mundo tendrían los mismos derechos que los súbditos castellanos. Estipuló que sería enterrada en Granada.


Muerte
La reina Isabel, desde que alcanzó la edad de 40 años no se encontraba bien de salud. En los comienzos del mes de julio de 1504, los médicos diagnostican que la reina Isabel tiene una hidropesía. La entonces llamada hidropesía, ahora en términos actuales se llama anasarca, es una acumulación anómala de líquido en los tejidos. En realidad la hidropesía no es una enfermedad sino un signo de una enfermedad en algún órgano, fundamentalmente en los riñones, el corazón o el aparato digestivo. Dicen las crónicas que a la reina se le hinchaban mucho las piernas, incluso desarrollo úlceras en ellas, tenía fiebres elevadas, además de anemia y muchísima sed. También algunas crónicas señalan que había sufrido un tumor. En este sentido, la acumulación de líquidos también tiene que ver con la presencia de tumores, fundamentalmente en el intestino y en el aparto genital femenino. Además, la depresión contribuyo a sus problemas de salud. Al mediodía, del día 26 de noviembre de 1504 en Medina del Campo, la reina Isabel partía de este mundo.



Fue inhumada en el monasterio de San Francisco de la Alhambra. Poco después, fue enterrada junto a su marido en la Capilla Real de Granada. Años después, junto a ellos reposarían la reina Juana de Castilla y Felipe de Austria. El yerno tan temido no disfruto por mucho tiempo su reinado en Castilla. También se enterró en ese sitio al nieto de Isabel, Miguel de la Paz. Isabel tenía cincuenta y tres años de edad y casi treinta de reinado.


Fuentes
http://www.isabellacatolica.es/
http://www.teinteresa.es/salud/muerte-Reina-Isabel_0_1257474579.html
http://www.nationalgeographic.com.es/
http://www.culturandalucia.com/
http://www.grandesbatallas.es/

http://sobrehistoria.com/

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