22 nov 2020

Isabel de Austria, reina de Dinamarca



Nacimiento e infancia
La tercera hija de Juana de Castilla y Felipe de Habsburgo nació en Bruselas el 18 de julio de 1501, bautizada con el nombre de su abuela materna, Isabel la Católica. Sus padres partieron al año siguiente hacia Castilla, donde serían jurados por las Cortes como herederos. Realizaron un segundo viaje a Castilla en 1506, ahora como reyes de aquel país; esta vez, partieron para no volver, pues Felipe murió y Juana permaneció encerrada en Tordesillas hasta su muerte en 1555. La orfandad de los infantes nacidos en Países Bajos fue mitigada por la presencia de su tía, Margarita de Austria.

Isabel vivió su niñez en Malinas, junto con su hermano Carlos y sus hermanas Leonor y María. Se criaron lejos de sus hermanos nacidos en Castilla: Fernando y Catalina. La formación de los archiduques fue supervisada por Margarita, quien ejercía como gobernadora de los Países Bajos. En las cartas a su padre, el emperador, abundan referencias a los niños. Maximiliano siempre estaba ansioso por recibir noticias de sus nietos. Por ejemplo, en octubre de 1507, Margarita informa al emperador que madame Isabeau y madame Marie han contraído sarampión. 

Margarita ambicionaba magníficos matrimonios para sus sobrinas. El mismo Maximiliano era un casamentero empedernido y su dinastía había sido afortunada en sus alianzas. Por su matrimonio con María de Borgoña, tuvo acceso a la vasta herencia de Carlos el Temerario. En marzo de 1510, el emperador recibió una oferta para Isabel por parte de Enrique de Albret, hijo del rey de Navarra. Este proyecto no fue posible debido a los recelos del otro abuelo, Fernando de Aragón.

La corte de Malinas era un centro humanista donde se reunían artistas y eruditos, como Van Orley o Jan Gossaert. Anne de Beaumont, una dama de Navarra, se hizo cargo de las archiduquesas desde la infancia. Entre sus preceptores se encontraban Luis Vives y Adriano de Utrecht, el futuro Papa Alejandro VI. La archiduquesa e infanta Isabel hablaba alemán y francés. Era una joven inteligente, pues no tardó en aprender danés, el idioma de su marido. Isabel era una mujer de talle fino, rubia y ojos claros; probablemente la más bella entre sus hermanas. Logró conquistar al pueblo danés con su personalidad gentil y encantadora. 


Reina de Dinamarca
Posible retrato de Isabel (1524), de Jacob Cornelisz van Oostsanen

En 1514, una delegación danesa fue recibida por el emperador Maximiliano. Las negociaciones llegaron a buen término y el 29 de abril se firmaron las capitulaciones. La boda fue negociada, no solo por Maximiliano, sino también por Carlos. Se estableció una dote de 250,000 florines, que nunca llegó a pagarse en su totalidad. Este matrimonio fue, quizás, el más prestigioso que haya contraído un monarca nórdico; la novia era nieta del emperador Maximiliano I y, por vía materna, de los Reyes Católicos. Además, era hermana del futuro emperador Carlos V. Al principio, los enviados daneses pensaron en Leonor, por ser la mayor. Si bien los Habsburgo estaban interesados en una alianza con los países nórdicos, preferían reservar a Leonor para un matrimonio más conveniente. 

El 4 de agosto de 1515, la archiduquesa Isabel desembarcó en Helsingor. Contrajo matrimonio con Cristián II el 12 de agosto, en Copenhague. La nueva reina de Dinamarca apenas tenía catorce años, mientras que el rey tenía treinta y cuatro. La vida conyugal de Isabel no tuvo un buen comienzo. Cristián tenía una amante, Dyveke, cuya madre, Sigbrit Willums, ejercía como consejera del rey, especialmente en asuntos de economía. La relación con Dyveke y la influencia de Sigbrit escandalizaba a los Habsburgo, cuyas protestas no fueron suficientes para alejar a ambas mujeres de la corte danesa.

En una carta a Leonor, Isabel se lamenta: "Ya es bastante difícil casarse con un hombre cuyo rostro nunca has visto, a quien no conoces ni amas, y peor aún, tener que dejar tu hogar y tus parientes y seguir a un extraño hasta los confines de la tierra, sin siquiera poder hablar su idioma" (Cartwright, 1913)

En 1517, Dyveke falleció. Torben Oxe, un noble y gobernador del castillo de Copenhague, fue acusado por el homicidio de la amante real, presuntamente envenenada. Sigbrit alegó que Oxe había regalado a su hija una caja de cerezas dos días antes de su muerte. Según la madre, el gobernador estaba enamorado de Dyveke y, ante el rechazo de esta, la había envenenado por despecho. Aunque no había pruebas contra él, Cristián ordenó su ejecución, a pesar de la indignación de los nobles y los ruegos de su esposa. Se cree que Dyveke fue envenenada por orden de Maximiliano. 
Cristian II y la reina Isabel en retablo de Elsinore, ahora en Museo Nacional de Copenhague

Tras la muerte de Dyveke, la relación de Cristián e Isabel mejoró. Sigbrit continuó administrando las finanzas del reino, pero ahora el rey confiaba en los consejos de su esposa. Cristián tenía fama de hombre cruel y violento, pero su esposa lograba apaciguar sus arranques. Isabel logró adaptarse a las costumbres de su nuevo país, donde llegó a ser muy amada. 

Se especula que la relación entre Isabel y Sigbrit fue buena. Cuando la reina daba a luz, Sigbrit supervisaba el parto, pues al parecer tenía conocimientos de medicina. Su presencia en los nacimientos reales refleja la posición de confianza con la pareja real. Durante la regencia de la reina, la influencia de Sigbrit siguió siendo primordial. En sus cartas a Isabel, Cristián le pide que, ante cualquier dificultad, consulte a la "madre Sigbrit", como la llamaba él.

La pareja real tuvo seis hijos: El príncipe Hans, nacido el 21 de septiembre de 1518, fallecido a los catorce años; Maximiliano y Felipe, los gemelos nacidos el 4 de julio de 1519, que no sobrevivieron a la infancia. Solo las hijas llegaron a la etapa adulta, Dorotea, nacida el 10 de noviembre de 1520, y Cristina, nacida en noviembre 1521. En 1523 tuvo un hijo varón que murió antes de nacer.
Los tres hijos de Cristián II de Dinamarca (1526). Dorotea, Hans y Cristina, de Jan Gossaert

Cuando las cosas ya iban bien en el hogar, surgieron otros problemas, ahora de carácter político. En 1517 estalló un conflicto en Suecia entre el regente, Sten Sture, partidario de la independencia del país, y el arzobispo Gustavo Trolle, quien apoyaba la Unión de Kalmar. Cristián II aprovechó este conflicto para reclamar su derecho al trono de Suecia. Aunque fue derrotado en la batalla de Brännkyra, el rey de Dinamarca invadió Suecia de nuevo y derrotó al ejército sueco, cuyo líder, Sten Sture, fue herido de muerte. En 1520, Cristián fue reconocido como rey de Suecia. 

La reina Isabel no pudo asistir a la coronación, pues se encontraba en los últimos días de su embarazo. Durante las campañas de Cristián en Suecia, su esposa ejerció como regente en Dinamarca. Cristián II e Isabel fueron los últimos reyes de la Unión de Kalmar. Era una época en la que las fusiones dinásticas creaban nuevos espacios políticos; tenemos como ejemplos Polonia-Lituania, Borgoña-Flandes o Castilla-Aragón. La unión de Kalmar fue fundada en 1397 por la reina Margarita I de Dinamarca. Su sobrino nieto, Erik de Pomerania, fue coronado en junio de ese año como rey de Dinamarca, Noruega y Suecia. Sin embargo, la unión era inestable, ya que no había una unificación de leyes ni instituciones comunes, y colapsó en 1523.

Cabe resaltar que Isabel fue reina de Suecia solo un año y no hay constancia de que haya viajado a aquel país. Por lo tanto, apenas es mencionada en los archivos suecos. En una obra publicada en Estocolmo en 1864, titulada “Anteckningar om svenska qvinnor” (apuntes sobre mujeres suecas), se menciona de forma positiva y romántica a la consorte del más odiado de los reyes de Suecia: 

¡Pobre Isabel! ¡Hermosa flor de uno de los países más soleados del Sur! ¿Por qué, oh, por qué te trajo la providencia a los países nórdicos, donde tú, con toda tu amabilidad, tus altas virtudes, tu tierno corazón y tu encantadora belleza te viste condenada a llevar una vida desgraciada, siendo incomprendida, sin recompensa alguna, atormentada de muchas maneras… y sin embargo siempre paciente, perseverante, mortificada y mansa como un ángel? (Peix, 2010)

Esta visión sobre Isabel surge en los años finales del auge del escandinavismo, un movimiento nacionalista que apoyaba la unión de los tres reinos escandinavos. Sin embargo, en la historiografía sueca en general, Isabel ha estado bastante olvidada.

Por consejo del arzobispo Trolle, el rey acusó a muchos de los seguidores de Sture de herejía, y ordenó sus ejecuciones sin un juicio. Estos hechos fueron conocidos como "el baño de sangre de Estocolmo" y Cristián empezó a ser llamado el Tirano o el Nerón del Norte. Pronto hubo rebeliones y, en 1523, Gustavo Vasa fue elegido rey de Suecia. Los reyes de Dinamarca solicitaron ayuda al emperador Carlos, hermano de Isabel, pero fueron ignorados. El 20 de enero de 1523, los nobles daneses enviaron a Cristián una carta de revocación de mandato. Ese mismo año, Cristián fue desterrado; salió de su tierra el 13 de abril. Su tío Federico asumió el trono de Dinamarca y Noruega.

El rey Federico sabía que Isabel de Habsburgo era muy querida por los daneses; le ofreció permanecer en el país, junto con sus hijos, donde vivirían dignamente. La destronada reina respondió al tío de su esposo: ubi rex meus, ubi regnum meum (donde esté mi rey, allí está mi reino).
De Pieter van Coninxloo, en 1521

Después de su huída, Cristián llegó a la provincia holandesa de Zelanda. Todavía tenía esperanzas de recuperar el poder. En Gotland, el caballero Søren Norby mantuvo la fortaleza al servicio de Cristián. Enviando refuerzos a Norby, aún había oportunidad para el desterrado rey. Después de su llegada a Zelanda, presionó a varios príncipes alemanes, así como al rey escocés, para recaudar fondos. Recurrió a la ayuda de su poderosa familia política e intentó cobrar los 150,000 florines pendientes de la dote de Isabel. En el verano de 1523, Cristián reunió un ejército de mercenarios con la ayuda de sus parientes en los principados de Alemania. Sin embargo, no pudo permitirse una campaña militar más larga, pues Carlos V no estaba dispuesto a pagar la dote, pues se encontraba en guerra contra Francia.

¿La Habsburgo luterana?
Antes que Enrique VIII, quien se proclamó jefe de la Iglesia en 1534, Cristián se proclamó nuevo dirigente de la Iglesia y en 1526 ordenó publicar la Biblia en sueco. Al parecer sentía inclinación por el luteranismo y se rumoreaba que Isabel también, para disgusto de su familia. Con esta situación, las probabilidades de que Carlos apoyará a su cuñado descendieron bastante.


Fue en 1523, en su visita a Sajonia y Berlín, cuando Isabel entró en contacto directo con la Reforma. El mismo Lutero escribió sobre ella:
Esa dama de sangre real y auténtica Reina, Isabel, esposa del Rey danés, ha dejado esta vida mortal, según me escribe el rey Cristián en persona, pero murió con fe fuerte, habiendo antes recibido la Cena del Señor en la forma prescrita por el mismo Cristo, y resistió a todas las presiones, vehementemente ejercidas por los nobles, para que regresara a la religión papista. De tal manera eleva a veces Cristo al cielo, por su gracia salvadora, hasta a una Reina (Peix, 2010).

Las creencias religiosas de Isabel son un tema controvertido, ya que mucho depende de donde provengan las fuentes. La tradición historiográfica de los países de mayoría protestante ha sido, hasta época reciente, unánime en mencionar la conversión al luteranismo de Isabel. Según la principal obra de consulta biográfica de Dinamarca, el Dansk Biografisk Lexikon, la reina fue asistida en su lecho de muerte por el pastor luterano de su marido, Jens Mikkelsen Møenbo, pero también recibió la extremaunción católica (según Cristián, en una carta a Lutero, la recibió ya inconsciente). Según otros testigos, Isabel dijo que moría "en la fe de la Santa Iglesia".

Retrato de una joven como María Magdalena, posiblemente Isabel, c. 1530, 
atribuido a Jan Gossaert

En 1524, en Nuremberg, recibió la comunión a la manera luterana, lo cual molestó a su hermano, el archiduque Fernando. El 29 de marzo, Isabel escribe una carta a Cristián en la que menciona la reacción de su hermano (Allen, p. 179). No cabe duda que Isabel tuvo un acercamiento a las enseñanzas de Lutero, aunque no está claro si hubo una conversión. También es significativo que la reina pasó sus últimos meses de vida en el convento de Zwynarde y enterrada según el rito católico.

Últimos años y muerte

Después de su exilio, Isabel pasó los siguientes años buscando apoyo para su marido. Cristián nunca fue del agrado de los Habsburgo; Margarita se opuso al enlace y el asunto de Dyveke no mejoró la impresión sobre él. Su vinculación con el luteranismo tampoco ayudaba mucho. Se podría decir que Cristián era el pariente incómodo en su familia política. 

En febrero de 1524, María, reina de Hungría, le manda una carta en la que explica que a ella y a sus hermanos se les dificulta brindar ayuda, ya que están en guerra. En abril, se celebró una reunión en Hamburgo entre los príncipes del norte de Alemania y los enviados de la corte imperial. Estuvieron presentes los delegados de Cristián II y Federico I. Ambos reclamaron el poder real en Dinamarca. Federico había ganado la supremacía militar absoluta sobre Dinamarca, así como el control sobre las rutas comerciales a través de aguas danesas. Finalmente, Cristián no encontró apoyo para sus demandas.

Los reyes de Dinamarca vivían en Lier, con una pequeña pensión otorgada por Margarita. La salud de Isabel se fue deteriorando y tuvo que viajar a los baños de Aquisgrán para una curación. El 14 de enero, Isabel escribió su última carta, dirigida a su tía Margarita, narrando la situación en la que ella y Cristián se encuentran, firmada con mano temblorosa (Allen, p. 397).

El 19 de enero de 1526, muere Isabel a los veinticuatro años, en el monasterio de Zwijnaerde. Se celebraron misas en su honor en Dinamarca, Países Bajos, Hungría y España. Fue enterrada en la Iglesia de San Pedro de Gante. En 1883, sus restos fueron trasladados a Dinamarca y sepultados en la Catedral de San Canuto de Odense, junto a su esposo. 



Fuentes:
Márquez de la Plata, V. (2019) Póker de Reinas: Las cuatro hermanas de Carlos V. [Versión Kindle] Ediciones Casiopea, España.

Anderle, Ádam, «Isabel de Austria», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (http://dbe.rah.es/biografias/15233/isabel-de-austria)

Allen, C. (1854) Breve og Aktstykker til Oplysning af Christiern den Andens, og Frederik den Førstes historie. C. A. Reitzels Bo og Arvinger. Disponible: https://dis-danmark.dk/bibliotek/909534.pdf [22/11/20]

Cartwright, J. (1913) Christina of Denmark, Duchess of Milan and Lorraine, 1522-1590. Disponible: https://www.gutenberg.org/files/48191/48191-h/48191-h.htm#FNanchor_22 [23/11/20]

Evysdatter Helle, H. (2019) Elisabeth: En dronning i eksil. Universidad de Bergen. Tesis de maestría en Historia. Disponible: http://bora.uib.no/handle/1956/19885 [22/11/20] 

Paix Geldart, B. (2010) Isabel "La Luterana": Una perspectiva sueca de la hija de Juana I, Isabel de Dinamarca, Noruega y Suecia. Disponible: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3722404 [20/11/20]

Nieva, Guillermo. Dinamarca, Noruega y Suecia. La Unión de Kalmar. Disponible: https://www.academia.edu/37217299/Dinamarca_Noruega_y_Suecia_la_Uni%C3%B3n_de_Kalmar [24/11/20]

Elisabeth i Norsk biografisk leksikon på snl.no. Hentet 22. Disponible: https://nbl.snl.no/Elisabeth [19/11/20]

Van de Voort, S. (2012) Christian 2.s landflygtighed og tilfangetagelse 1523-1559. Disponible: https://danmarkshistorien.dk/leksikon-og-kilder/vis/materiale/christian-2s-landflygtighed-og-tilfangetagelse-1523-1559/ [22/11/20]

Venge, M. (1982). Dos estudios de problemas de la época de Christian II. Diario histórico, volumen 14. Obtenido de https://tidsskrift.dk/historisktidsskrift/article/view/52364 [21/11/20]

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